La educación es uno de los puntos más importantes en los que las personas destinan sus recursos monetarios, pues implica tanto el crecimiento personal y profesional, así como la cara a un mejor futuro y mayores oportunidades laborales. Es por ello que la combinación entre franquicia y enseñanza puede consistir en un modelo de negocio exitoso.
En un mundo que cada vez se amplía más, y donde surge la necesidad de obtener conocimientos en nuevas áreas, la educación se ha podido diversificar y convertirse también en una oportunidad de negocio.
Sin embargo, para encajar el sistema de franquicias con el área de la educación, deben tenerse en cuenta ciertas cosas.
Para invertir en una franquicia y convertirse en un franquiciado, es primordial conocer qué factores pueden influir en el éxito de ésta o no. Lo primero a tener en cuenta, es que aunque es un modelo de negocio en el que se pasa a ser parte de una marca establecida, con un sistema ya estructurado (tanto de ventas como de servicios), con formación y asesoramiento continuo, también plantea riesgos.
Es importante que la franquicia que se elija pertenezca a un área comercial de interés para el inversor, pues igual deberá trabajar por ella y su éxito. Además, se debe evaluar si es compatible con las necesidades, gustos y expectativas del público al que se le desea vender, con sus posibilidades económicas, localización geográfica, entre otros aspectos.
Datos de la industria de la educación
En España, la educación importa para la sociedad. Sin embargo, el gasto público dirigido a la educación en este país es menor que el invertido por otros Estados de la Unión Europea, y en comparación con otras naciones como Estados Unidos.
Pero a pesar de ello, el sector educativo privado que se refiere a la enseñanza no universitaria ha experimentado un crecimiento en la última década, obteniendo un buen impacto económico.
Asimismo, en un informe publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se reveló que los jóvenes españoles tienen expectativas altas. Además, otros estudios han arrojado que 54% de estos elige su carrera por vocación, así como que prefieren estudiar en el extranjero –siendo los madrileños y valencianos los menos dispuestos a irse de su localidad-.
¿Y qué dicen estos datos? Que la educación es importante para los españoles y que puede existir un nicho al cual atacar para lograr cubrir las necesidades educativas.
Franquicias educativas pueden promover enseñanzas enfocadas en las áreas en que la educación pública tiene más deficiencias, así como realizarse análisis de mercadeo para establecer las áreas de mayor impacto económico a futuro a nivel profesional, como lo son las Ciencias y las Tecnologías.
Y es que las franquicias educativas pueden encontrar un público en la enseñanza para niños, para adultos y hasta para mayores. Los centros educativos pueden tener un amplio margen de acción, dependiendo de las necesidades.
A nivel de adultos, en 2018 los niveles de ocupados que cursaban algún tipo de enseñanza especializada o categorizada por rama, posicionaban a las áreas de educación, finanzas, artes, actividades sanitarias y comunicaciones, como las más cursadas.
Oportunidades para invertir en el sector de la enseñanza
En España, existen diversas franquicias de educación que han marcado hito gracias a sus sistemas de enseñanza, así como por sus modelos de negocio exitosos. Algunos de estos ejemplos son importados de otros países, así como hay otros de origen español.
Pero más allá de su origen, hay indicadores del por qué estas franquicias han tenido éxito dentro de su área, y han logrado posicionarse –llegando incluso a expandirse geográficamente- por encima de algunas instituciones académicas tradicionales o centros educativos no franquiciados.
El punto más relevante es el valor que ofrecen a los consumidores. Estos modelos de negocio han entendido que salir del esquema tradicional e incluir nuevos métodos de enseñanza ha mostrado resultados más efectivos y prometedores en cada una de las áreas educativas.
Segundo, las estructuras de enseñanza, ya sean físicas u online, son innovadoras. En cuanto a niños por ejemplo, los espacios de los centros se convierten en lugares donde los colores y el ambiente cobran importancia para el nivel didáctico de enseñanza.
Tercero, la innovación y adaptabilidad. Ofrecer nuevas áreas de enseñanza de interés público ha sido un impulso de crecimiento.