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Una frase que se repite a menudo en el mundo de la franquicia es: "Un negocio propio, pero nunca solo ". Pero, ¿cómo se dividen las responsabilidades entre el franquiciador y el franquiciado? Te presentamos una visión general de lo que cada parte debe encargarse en una relación de franquicia.
Convertirse en franquiciado es una excelente opción para los emprendedores novatos. Una franquicia forma parte de un concepto comercial preexistente (y de éxito). El franquiciador es dueño de la marca, lo que incluye el nombre, los logotipos, los sistemas operativos y los nombres del producto o servicio. Los franquiciadores ya han introducido su idea al mercado y tras demostrar su valor, han desarrollado sus operaciones cediendo el derecho de comercializar su marca a los franquiciados.
Cuando compras una franquicia, estás estableciendo tu negocio con una marca establecida y reconocida. Los clientes ya conocen el nombre de la empresa y tienen expectativas sobre lo que ofreces. Tu trabajo es entregar el producto o servicio a los clientes en el estilo que el franquiciador considera que es más probable que alcance el éxito.
¿Qué controla el franquiciado?
Un franquiciado debe ceñirse a las reglas del franquiciador tal y cómo determina el contrato de franquicia. Pero no te preocupes que todavía tienes un buen número de responsabilidades para gestionar tu negocio.
- Contratación. Tú eliges a tus empleados. Los contratas y les formas para satisfacer las necesidades específicas de tu local y franquicia.
- Ventas e ingresos. Una vez que configures tu número de teléfono o local para el negocio, la creación de la base de clientes depende solo de ti. Con una franquicia, tienes el lujo de conseguir clientes que pasan por la calle y ya conocen la marca de tu negocio. Pero también puedes hacer crecer tu negocio mediante networking y vendiendo tu servicio o producto. Tanto el franquiciador como otros franquiciados te guiarán en todos estos aspectos pero el trabajo duro lo tienen que poner tú.
- Contabilidad y Finanzas. Algunos franquiciadores tienen sistemas de contabilidad incorporados para facilitar el proceso (y para garantizar que las cuotas de franquicia que se basan en un porcentaje de los ingresos se abonen con facilidad). Como dueño de la franquicia todavía tienes que administrar tus finanzas y mantener la contabilidad al día. Asimismo, cualquier préstamo comercial o capital operativo proviene del franquiciado.
- Nóminas. Los franquiciados pagan directamente a sus empleados, por lo que debe administrar el efectivo junto con las regulaciones salariales y laborales en su área.
- Dedicación. El trabajo duro vale la pena, y no es diferente para un franquiciado. Su ética de trabajo y dedicación son dos factores significativos para el éxito. Un franquiciado debe tener la suficiente motivación y demostrar su fidelidad a la marca del franquiciador para alcalzar el éxito.
Lo que controla el franquiciador
El contrato de franquicia que firman ambas partes requiere que siga el modelo del franquiciador. Este modelo incluye diversos aspectos de su operación comercial que no tienen opción a cambio ni negociación:
- Marca. Se trata de un área extensa que embarca todos los aspectos visuales y estéticos; desde el logotipo y colores corporativos hasta la presentación de los productos y servicios. La consistencia de la marca genera la confianza y el reconocimiento del cliente, y el franquiciador los protege con diligencia.
- Publicidad. De nuevo, para mantener la consistencia de la marca, las promociones y los anuncios nacionales o regionales las dirige el franquiciador aunque es el franquiciado que colabora en su pago mediante son parte cuotas establecidas. El franquiciador te ayuda a promocionar tu franquicia, lo que te permite concentrarse en los aspectos comerciales y operativos del negocio. En ocasiones, y con permiso del franquiciador, los franquiciados pueden pagar para promocionar la marca a nivel local, pero el franquiciador todavía controlará la imagen presentada de la marca y el mensaje.
- Sistemas operativos. El éxito del franquiciador se debe en parte a los sistemas que ha perfeccionado con el tiempo. Como franquiciado, esto significa que los programas de formación del personal, los protocolos de limpieza, los uniformes y los métodos de información financiera siguen un sistema probado y preestablecido. Estás dirigiendo el modelo de negocio de otra persona, incluso si eres dueño de tu negocio.
- Elección de franquiciados. Eres libre de montar tu propio negocio si así lo deseas, pero al invertir en una franquicia necesitas pasar por un proceso de selección antes de que el franquiciador te de el visto bueno. ¿Por qué es esto? Porque tu puedes arriesgarte todo lo que quieras con tu propio proyecto, pero un franquiciador evaluará tu aplicación para que se adapte a su plan de crecimiento. Un franquiciado representa al franquiciador, por lo que debes cumplir con ciertos requisitos para ser aprobado.
- Cuotas de franquicia. Éstas se acuerdan antes de firmar el contrato de la franquicia, y estas royalties son obligatorias para poder operar el modelo de franquiciador. A cambio, tendrás asistencia con la apertura, formación, marketing y operaciones.
Elegir una franquicia es una manera inteligente de encarar las dificultades que supone tener un negocio en propiedad. Aprovecharás el concepto de negocio ya establecido y de éxito que te ofrece el franquiciador para convertirlo en un activo comercial propio. Los franquiciados pierden cierto control a cambio del reconocimiento de la marca y el apoyo operativo, pero lo que prospera es una estructura comercial combinada, tanto para el franquiciador como para el franquiciado.
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